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El lago Chad, que alguna vez fue uno de los lagos de agua dulce más grandes de África, era equivalente en tamaño a El Salvador, Israel o Massachusetts. Sin embargo, debido al calentamiento del clima, la disminución de las precipitaciones y las crecientes demandas de una población en crecimiento, el lago Chad se ha ido reduciendo drásticamente durante las últimas décadas. Se estima que ha perdido alrededor del 92% de su tamaño original.
